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Discurso del Defensor del Pueblo Europeo, Sr. Jacob Söderman, Mesa Redonda sobre el Futuro de Europa, Instituto Superior das Ciencias Sociais e Politicas, Lisboa, Portugal, 18 de noviembre de 2002
Speech - Speaker Jacob SÖDERMAN - City Lisbon - Country Portugal
Excelentísimo Señor Rector,
Excelentísimo Sr. Nascimento Rodrígues
Excelentísima Señora Almeida Garrett
Estimadas señoras y señores,
Para todos los ciudadanos europeos ésta es una época de gran interés.
En diciembre de 2001, los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea decidieron convocar en la Declaración de Laeken una Convención para discutir sobre el futuro de la Unión. Una de las cuestiones claves consiste en contar con una Constitución que haga posible acercar las instituciones europeas a los ciudadanos. Hace apenas tres semanas, la Convención Europea dio a conocer un anteproyecto de Tratado Constitucional y lanzó una invitación a un debate público. Estamos frente a un procedimiento mucho más abierto y democrático que el empleado para la conclusión de nuevos Tratados, basado tradicionalmente en negociaciones secretas. Todos los ciudadanos europeos tienen ahora la posibilidad de contribuir al debate sobre el futuro de Europa.
Sin duda, es ésta una buena noticia por la que ya he manifestado mi felicitación a los responsables. Quiero reiterar en esta ocasión mi enhorabuena.
Hay aspectos del trabajo, no obstante, menos positivos como que el anteproyecto incluye escasas aportaciones en beneficio de los ciudadanos, amén de claras omisiones y errores.
Transparencia y subsidiariedadEl origen del anteproyecto sigue siendo algo misterioso. Es quizás por ello que el texto parece haberse centrado en la distribución de poderes al nivel más elevado de la Unión y en las relaciones entre Instituciones. Una Constitución debería proporcionar un marco de legitimidad para estas materias. Sin embargo, me parece que dos de las ideas que han sido planteadas para la discusión, la creación de un Presidente del Consejo Europeo y de un Congreso de los Pueblos, supondrían añadir un peldaño más alto a los procedimientos decisorios de la Unión, en lugar de hacerlos más simples y más cercanos a los ciudadanos.
Algunos debates han tenido lugar acerca de la conveniencia o no de que el Tratado Constitucional debiera mantener la frase "una unión cada vez más estrecha", que aparece actualmente en el Artículo 1 del Tratado sobre la Unión Europea. En mi opinión, es más importante tomar nota de los principios proclamados después de esta frase en el actual Artículo 1. Los mismos se refieren al hecho de que la Unión es una unión entre los pueblo de Europa, en la que:
"Las decisiones serán tomadas de la forma más abierta y próxima a los ciudadanos que sea posible"
Que la adopción de decisiones se realice en el ámbito más cercano al ciudadano constituye el eje del principio de la subsidiariedad, introducido por el Tratado de Maastricht. El Tratado de Amsterdam añadió a ello el principio de transparencia.
Este importante compromiso por una mayor apertura y subsidiariedad no está incluido en el anteproyecto. También ausente está el derecho de los ciudadanos a acceder a los documentos públicos, establecido en el Artículo 255 del Tratado de la CE, que es un requisito esencial para la transparencia.
En mi opinión, el Tratado Constitucional debería asegurar que la subsidiariedad y la transparencia constituyen principios fundamentales de la Unión.
La buena administraciónOtra importante omisión del anteproyecto es la de un compromiso de que la administración comunitaria deberá respetar un conjunto consecuente de buenas prácticas administrativas.
Los ciudadanos europeos de todos los Estados miembros desean una administración europea bien gestionada, que sea abierta, responsable y con vocación de servicio. El anteproyecto actual apunta estos principios, pero no remedia la caótica situación presente, en la que la administración de cada institución esgrime su propia idea del trato que pueden exigir los ciudadanos. En estos momentos contamos con un variopinto conjunto de versiones de un código de buena conducta administrativa aplicable a distintas instituciones y órganos comunitarios.
Sería realmente importante establecer una base jurídica clara para un Derecho administrativo europeo que se aplique en pie de igualdad por todas las instituciones y órganos comunitarios. De otro modo, el derecho de los ciudadanos a una buena administración seguirá sin poder realizarse a causa de un interminable debate burocrático.
Recursos y Estado de DerechoUno de los más importantes principios constitucionales compartidos por todos los pueblos europeos es el del Estado de Derecho. Por una afortunada coincidencia, el Estado de Derecho está incluido en el Artículo segundo de las constituciones portuguesa y finlandesa. En los demás Estados miembros éste también es un principio constitucional fundamental.
Los ciudadanos europeos desean que el derecho comunitario sea aplicado correctamente como una realidad viva en todos los niveles de la Unión Europea. Para que el Estado de Derecho pueda ser una realidad práctica, deben de disponerse de recursos eficaces en el caso que la ley no sea respetada.
Según el actual anteproyecto de Tratado constitucional, los ciudadanos no serán informados acerca de los medios de recurso disponibles en caso de violación del derecho comunitario. No se hace mención del derecho a recurrir a los tribunales nacionales, tampoco al Defensor del Pueblo Europeo ni a los Defensores nacionales. De hecho, el anteproyecto parece haber olvidado que el derecho de los ciudadanos y residentes de la Unión a presentar reclamaciones sobre casos de mala administración en el funcionamiento de una institución u órgano comunitario es un derecho fundamental consagrado en los Tratados. Y ello a pesar de que el Defensor del Pueblo Europeo ha venido trabajando con éxito al servicio de los ciudadanos durante estos últimos siete años, tratándose en estas fechas más de 2000 reclamaciones anuales.
Derechos Humanos FundamentalesLos ciudadanos europeos también esperan que los derechos humanos fundamentales que la Unión debe respetar sean mencionados claramente en la Constitución.
El Grupo de Trabajo sobre la Carta de Derechos Fundamentales y Acceso al Convenio Europeo de Derechos Humanos, presidido por el Comisario Antonio VITORINO presentó su informe a la Convención a finales de octubre. A la luz de sus conclusiones surge la esperanza de que pueda establecerse una mayoría que respalde la adhesión de la Unión Europea al Convenio Europeo de Derechos Humanos. Sería preferible, en mi opinión, facilitar la adhesión a todos los instrumentos internacionales sobre derechos humanos, ya que la ONU y la OIT han aprobado al menos algunos convenios que son relevantes para el bienestar de los ciudadanos europeos.
Sería probable que una amplia mayoría entregara su apoyo a la idea de que la Carta, proclamada en Niza, fuese vinculante en la Unión.
Dicha medida sería un gran paso adelante para los ciudadanos. Europa ya ha superado la fase en que los derechos humanos aparecían como una idea novedosa, que debía concretarse a través de un tribunal creado especialmente a tal fin. En nuestros días parece evidente no sólo que todo tribunal, sino incluso que toda administración pública, deben hacer efectivos los derechos humanos.
Antes de Navidad parece probable que un segundo anteproyecto de Tratado sea publicado. Existe pues la posibilidad y la esperanza que habrán de corregirse los errores y omisiones que acabo de señalar, y que el primer anteproyecto, por lo tanto, habrá cumplido un papel útil.
En mi opinión, es necesario garantizar que:
- la transparencia y la subsidiariedad sean reconocidos como principios fundamentales
- exista una base jurídica que garantice una administración abierta, responsable y con vocación de servicio a través de un Derecho administrativo europeo
- los ciudadanos sean informados de los recursos a su disposición si sus derechos, incluidos los derechos fundamentales, no fuesen respetados. Dichos mecanismos de reparación incluyen los tribunales, le defensores del pueblo y las comisiones de petición en todos los niveles de la Unión.
Sólo de esta manera los ciudadanos europeos podrán depositar su plena confianza en la Unión Europea.
Gracias por su atención.
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